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¿Qué es el Abuso Sexual en el Matrimonio?

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Cuando hay abuso sexual en el matrimonio

La violencia en general es algo que está muy difundido en el mundo y cada vez eleva más su intensidad. Seguramente, todos, en algún momento de la vida, nos hemos visto envueltos en algún hecho violento, ya sea como víctimas o como agresores.

A pesar de esto, la violencia no debe ser normalizada. Al contrario, siempre debe ser repudiada y dentro de ella, el abuso sexual en la pareja. Sobre todo, cuando se hace presente dentro del lecho matrimonial.  

Esto es así, porque el abuso sexual es un hecho que contrasta fuertemente con lo que se supone que es la unión de dos personas que se aman y se desean. En teoría, ellos materializan dichos sentimientos al entregarse el uno al otro en una relación sexual.  

Pero, ¿qué se considera abuso sexual en el matrimonio? Sigue leyendo y aclara tus dudas. 

 

¿Cuándo se considera violencia sexual en el matrimonio?

El abuso o violencia sexual en el matrimonio involucra agresiones físicas y verbales, hostigamientos y hasta violación, en sus casos más extremos. Son acciones que perjudican a quien la sufre, que normalmente suele ser la mujer.

En estos casos, es su propio esposo quien recurre a ejercer presión física o psicológica sobre su pareja, para forzarla a tener relaciones sexuales. 

La directora de la Asociación de Sobrevivientes de Abuso Sexual, la doctora Juana Núñez Flores establece una definición de violación. En ella señala que esta consiste en el intento, de cualquier tipo, orientado a sostener una relación sexual sin consentimiento alguno. 

¿Cómo puedes saber si hay violencia sexual en tu matrimonio? El abuso sexual en la vida matrimonial empieza con pequeñas acciones muy sutiles que se van intensificando de manera progresiva. 

Mantente al pendiente de frases como las siguientes, las cuales no debes subestimar en ningún momento. Pueden ser el aviso de que estás a las puertas del infierno y que necesitarás contactar con un abogado especialista en abusos sexuales

  • Estamos casados. Te corresponde tener sexo conmigo.
  • ¡Ah! Para eso no estás cansada, pero para tener sexo conmigo, sí.
  • Por eso, ahora te quedas sin sexo.
  • No quieres tener sexo conmigo, porque ya no te gusto, ¿verdad?
  • Si accedes a esto, esta noche te recompenso.

Abuso sexual en el matrimonio

Lo que debería ser

Lo ideal es que la intimidad sexual entre marido y mujer ocurra en plena libertad. Únicamente debe existir el propósito de proporcionar y recibir placer y gozo mutuo. Esto ocurre de forma natural entre dos personas que se aman y se gustan. No se trata de satisfacer solamente una necesidad fisiológica personal.  

Por eso, en teoría, el contacto sexual entre los miembros del matrimonio debería ser un momento especial y anhelado por ambos. Lamentablemente, con frecuencia, el hombre quiere materializar el acto sexual sin que exista una verdadera intimidad. 

Entonces, es cuando la mujer prefiere huir de estos encuentros.  Este tipo de situaciones, son las que suelen marcar el inicio de la violencia sexual en la vida conyugal. Algunos hechos que pueden ser indicador de abuso sexual en el matrimonio son: 

  • Consumar el acto sexual cuando alguno de los miembros de la pareja ha dicho que no. 
  • Llevar a cabo actos o prácticas que no se desean realizar o que no se disfrutan.
  • Recibir reclamos o reproches por parte de la pareja, por no querer mantener relaciones sexuales. 
  • Someterse al contacto sexual sin verdaderamente desearlo. 
  • Toca íntimamente a la pareja mientras está dormida. 
  • Tener que intercambiar sexo por algún deseo, objeto o solicitud. 

Existen diferencias entre agresión y abuso sexual. El abuso sexual en el matrimonio es cualquier acto de coerción o manipulación realizado con el fin de recibir gratificación sexual. Un hecho que, tristemente, es una de las clases de frecuencia familiar más frecuentes, más encubiertos y con mayor propensión a ser normalizada. 

 

No es no

Debemos partir del hecho de que todo acto sexual debe implicar el consentimiento expreso de cada uno de sus participantes y, además, recordar que puede darse la violencia sexual sin contacto físico. Antes de consumar un acto sexual,  es importante saber si la otra persona está de acuerdo.

En un matrimonio, debe haber la suficiente confianza y comprensión. Incluso, como para decir abierta y sinceramente si se desea mantener una relación sexual y en qué términos. 

Todo esto implica dejar claro los límites personales y respetar por completo los de la pareja. El sexo debe ser consensuado en cada oportunidad que se practique, lo que incluye:

  • Tocar los genitales.
  • Sexo oral.
  • Penetración anal y/o vaginal. 

De no haber consentimiento, automáticamente existe una agresión sexual o violación, lo cual es penalizado por la ley. Por otra parte, el consentimiento debe cumplir las siguientes características: 

  • Darse libremente. El consentimiento debe darte sin ningún tipo de manipulación o presión. Igualmente, sin la intermediación de alcohol o drogas. 
  • Implica entusiasmo. Cuando se hace algo que de verdad se desea, se ejecuta con ánimo, porque nace de un anhelo interior. No se hace porque es lo que “el otro espera”. 
  • Debes ser específico. Acceder a besar o acariciar a alguien no significa que también se quiera un contacto sexual. Debe expresarse qué se desea y cómo.
  • Puede revertirse. Cualquiera puede cambiar de opinión. Es válido decir que sí, y luego, decir que no. Incluso, cuando ya se haya tenido intimidad con la otra persona en otro momento, o si ya estáis sin ropa en la cama. Cualquiera puede decir “basta ya”.

No es correcto dar por sentado el consentimiento del otro a la hora de tener relaciones sexuales. De hecho, debe expresarse con claridad, sin que haya lugar a dudas o malas interpretaciones. 

Por otra parte, el silencio no debe asumirse en ningún momento como consentimiento. A su vez, este es importante, no solo cuando se tiene sexo con una persona por primera vez, sino siempre. Incluso, entre personas con mucho tiempo de casadas.  

 

La violencia sexual en el matrimonio es más común de lo que crees

Comentemos algunos hechos:

  • La violencia sexual contra la mujer constituye en problema de salud pública a nivel mundial. Esta es una violación a los derechos humanos, aun dentro del matrimonio. 
  • La OMS indica que, a nivel mundial, cerca del 30% de las mujeres han padecido violencia física y/o sexual por parte de su pareja, al menos una vez.

El abuso sexual afecta negativamente a quien lo padece desde el punto de vista sexual, mental y físico. En algunos entornos, puede afectar la capacidad reproductiva de la mujer o incrementar el riesgo de contraer VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.

Si estás en esta situación, crees que podrías estarlo o conoces a alguien que necesite ayuda, te recomendamos que contactes con los mejores abogados penalistas de Madrid. Nosotros te ayudaremos encantados.

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